El bareto sigue estando bien, el bocata espectacular, como siempre, la china como tu decías ya casi habla catalán, (estos son muy espabilados, en 4 días habla catalán).
Me costo ir, pero fui. No pude por eso, sentarme en aquella mesa, desde la distancia... Al final la silla, vacía pero llena.
Silla vacía, eco de voz, recuerdo de sonrisa. Y esa mano que tanto enseñó. Besos.
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