Tramo dos, de seis a seis y media
El pijo:
Todavía mantenían charla los dos mossos, cuando veo que miran hacia fuera, a la calle, y ponen cara de póker, yo que ya estaba cansado de esperar sentado, y que además también tengo un punto de “maruja”, me levanto disimuladamente, y también echo un vistazo a la calle… veo como un flamante beemeuve zeta cuatro, versión (digamos para que se entienda) “cara” , esta aparcando en la zona reservada para los vehículos oficiales, el conductor se percata antes de bajar del coche, y con un acelerón inapropiado, se coloca un poco mas adelante, fuera del espacio reservado. En estas que el “caporal de torn”, desaparece de la escena, y a los treinta segundos se abre la puerta. Aparece un señor de unos cuarenta años, con intención de aparentar menos, teléfono de ultimisima generación en mano que no para de emitir sonidos variados, de mails, llamadas y mensajes, calculo unos cinco en el corto espacio de cuatro metros desde la puerta hasta la ventanilla, a los cuales les presta una atención moderada, poniendo diferentes caras para cada pitido, lleva zapatos Lotusse, traje de marca y abrigo elegante, saluda al mosso con un simple “buenas tardes”, y lo siguiente que sale por su boca en tono desafiante es: Yo soy de “pijolandia”.¿!!!!??... la cara del mosso es para verla, debe de pensar……(ya me ha tocado el idiota del día), yo que me parto de risa, hasta el punto de que fuerzo una carraspera para que no se den cuenta. El mosso se queda con una cara de esas que expresan claramente: ¿Y a mi que, soplapollas?
Así que el “pijo” pide audiencia con el responsable de la comisaría….¡Toma ya! (claro como es de pijolandia)………..
El mosso le pregunta para que, y el pijo responde que tiene un problema en su urbanización con un tema de matriculas y coches sospechosos y que quiere hablar con el jefe. El mosso le dice que no sabe si esta, y que va a mirar a ver, el jefe esta en el quicio de la puerta que da a las oficinas escuchando la conversación, yo lo veo, el pijo no, cuando el mosso hace como que va a ver si esta el jefe le hace señas claras de………. “menudo tonto del culo!”, pero acto seguido, aparece por la puerta grande que da a las oficinas, saluda al pijo, y se van para el interior. ¡a eso le llamo servicio!, si señor!, ¿quién sabe, el pijo puede tener amigos en la Generalitat?
El pijo:
Todavía mantenían charla los dos mossos, cuando veo que miran hacia fuera, a la calle, y ponen cara de póker, yo que ya estaba cansado de esperar sentado, y que además también tengo un punto de “maruja”, me levanto disimuladamente, y también echo un vistazo a la calle… veo como un flamante beemeuve zeta cuatro, versión (digamos para que se entienda) “cara” , esta aparcando en la zona reservada para los vehículos oficiales, el conductor se percata antes de bajar del coche, y con un acelerón inapropiado, se coloca un poco mas adelante, fuera del espacio reservado. En estas que el “caporal de torn”, desaparece de la escena, y a los treinta segundos se abre la puerta. Aparece un señor de unos cuarenta años, con intención de aparentar menos, teléfono de ultimisima generación en mano que no para de emitir sonidos variados, de mails, llamadas y mensajes, calculo unos cinco en el corto espacio de cuatro metros desde la puerta hasta la ventanilla, a los cuales les presta una atención moderada, poniendo diferentes caras para cada pitido, lleva zapatos Lotusse, traje de marca y abrigo elegante, saluda al mosso con un simple “buenas tardes”, y lo siguiente que sale por su boca en tono desafiante es: Yo soy de “pijolandia”.¿!!!!??... la cara del mosso es para verla, debe de pensar……(ya me ha tocado el idiota del día), yo que me parto de risa, hasta el punto de que fuerzo una carraspera para que no se den cuenta. El mosso se queda con una cara de esas que expresan claramente: ¿Y a mi que, soplapollas?
Así que el “pijo” pide audiencia con el responsable de la comisaría….¡Toma ya! (claro como es de pijolandia)………..
El mosso le pregunta para que, y el pijo responde que tiene un problema en su urbanización con un tema de matriculas y coches sospechosos y que quiere hablar con el jefe. El mosso le dice que no sabe si esta, y que va a mirar a ver, el jefe esta en el quicio de la puerta que da a las oficinas escuchando la conversación, yo lo veo, el pijo no, cuando el mosso hace como que va a ver si esta el jefe le hace señas claras de………. “menudo tonto del culo!”, pero acto seguido, aparece por la puerta grande que da a las oficinas, saluda al pijo, y se van para el interior. ¡a eso le llamo servicio!, si señor!, ¿quién sabe, el pijo puede tener amigos en la Generalitat?
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